Caja de arena

 Se trata de una técnica proyectiva con fines terapéuticos que fue desarrollada a mediados del siglo XX por la psicoterapeuta Dora Kalff. Puede ser utilizada tanto con adultos como con niños

Los elementos utilizados son: 

-  El cajón de madera que contiene la arena.
-  La arena que es modelada y sostiene o contiene las figuras.
-  El agua que la clienta puede incorporar, si lo desea, al modelado de la arena.
-  Las figuras en miniatura: personajes de la vida  real, mitológicos, fantásticos..., animales, mobiliario,     plantas, vehículos, conchas, piedras, elementos simbólicos...

La clienta se permite la exploración y la experiencia creativa accediendo de manera libre a los materiales disponibles, escogiendo intuitivamente aquellos que necesita, y construyendo una imagen propia en el cajón de arena.

La fantasía creadora no se equivoca, es sumamente profunda y está conectada con mi parte instintiva e intuitiva, de manera que la realidad actual o vivida penetra en ella cargada de simbolismo, permitiendo la manifestación de sentimientos y pensamientos ocultos. La fantasía es un vehículo adecuado para acceder y reexperimentar las relaciones y los sucesos que he vivido de manera  amenazante o traumática en mi vida, es un espacio transicional donde puedo construir y destruir a voluntad, pasando a ser directora y creadora de nuevas vivencias. Se trata de un viaje psíquico y sensorial en el que confronto y contengo mis conflictos y mi propio caos.

La sala de terapia y el acompañamiento respetuoso y sin juicio de la terapeuta permite crear el entorno de seguridad creativa necesario para la exploración de la clienta.

La exploración con figuras y símbolos en el cajón de arena me permite suavizar las defensas  personales abriendo temas que habían sido escondidos consciente o inconscientemente por ser excesivamente dolorosos o traumáticos para mí.



La arena, el agua y las miniaturas activan de manera natural al arquetipo de la niña interior que a su vez crea las imágenes que podrán después ser observadas e integradas desde mi Yo Adulta. La construcción de imágenes, la experimentación con ellas dentro del cajón de arena y las trasformaciones sucesivas de las mismas me permite irme reconectando con mi propio Self o esencia personal, avanzando así en mi proceso de crecimiento y autoconocimiento personal.

La exploración con imágenes creativas le da el protagonismo a la vivencia transformadora, aparecen los símbolos y las metáforas que luego pueden ser integradas e interpretadas a través de la palabra, dentro de la relación terapéutica. De esta manera puedo crear un nuevo orden que me permite conectarme con mi centro, con mi esencia y mirarme con nuevos ojos, a través de las imágenes creadas, que a su vez actúan como anclajes a los que puedo recurrir en momentos de miedo o inseguridad vital.













Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada